DERRUMBE, TROCHA, S.O.S. O COMO QUERAMOS LLAMARLE AL ESPACIO
QUE HASTA HACE POCOS DÍAS LLAMABAMOS “VIALIDAD” Y QUE HOY BRILLA POR SU
AUSENCIA
Estimados vecinos y vecinas:
Estamos afrontando un grave problema que
aqueja a cada hogar de la Zona Rural de El Hatillo, sabemos que es nuestra Zona
Protectora, pero ahora nos toca a nosotros protegerla a ella por el bien de
todos los caraqueños y más todavía de
nosotros mismos.
La interrupción de nuestra carretera,
como bien dice El Municipal en su edición del 31 de agosto al 6 de septiembre
afecta a 10 mil personas, lo cual es una cifra importante. No podemos quedarnos
de brazos cruzados esperando que las autoridades resuelvan todos nuestros
problemas. Tenemos que tener claro que los trabajos necesarios debieran
atenderse con la mayor celeridad pero mientras estos culminen, debemos reunirnos
sin ningún otro propósito más que el de aportar ideas para lograr que esto
difíciles momentos sean lo menos traumáticos dentro de lo posible.
Seguramente muchos de nosotros debemos
transitar con la escala obligada de traslado de camioneta con el consabido
ejercicio de montaña no apto para todas las edades ni géneros ni mucho menos
estados de salud. A otros nos toca el alargar nuestro tiempo de viaje en horas
para cruzar hasta Santa Lucía y luego a Caracas y en ambos casos por cumplir
con obligaciones tanto personales como familiares y de trabajo. Muchos estamos
viendo en peligro nuestras fuentes de trabajo al no poder cumplir con los
horarios, otros ya empezaron a sufrir efectos fuertes de salud, hoy mismo me
tocó llevar a dos centros asistenciales a una vecina con síntomas de ataque de
pánico por haber tenido que cruzar tres veces la carretera a Santa Lucía. Esto
se extenderá si no presentamos nosotros un plan de seguridad que se ajuste a
nuestras necesidades.
Esto último merece una aclaración, en el
trayecto que acabo de mencionar si existe la presencia de vehículos patrullando
tanto de la Guardia Nacional Bolivariana como de la Policía Estadal y la
Policía de El Hatillo, pero aquí viene la interrogante que se ha escuchado
mucho: ¿Qué les cuesta a los asaltantes esconderse durante el paso de los
vigilantes y salir tan pronto hayan desaparecido de su vista? También se debe
elogiar el esfuerzo de las autoridades de la Gobernación y del INDER en la
limpieza de la misma vialidad para al menos hacer espacio para el momento en
que se topen dos vehículos en sentido contrario y se obtenga un poco más de visibilidad para con los
vehículos del sentido opuesto.
Resulta preocupante sumar todas las
recomendaciones de no aventurarse por dicha carretera, y la aparición del
primer ataque de pánico conocido es un síntoma que debemos valorar en su justa
dimensión porque no tardarán en venir otros y el Colegio de Psicólogos de Venezuela
(para no pensar en medicinas para controlarlo ya que deberíamos acudir a otro
Colegio) tiene ya bastante trabajo con la tragedia de Amuay que nos enluta a
todos como para pedirle que ponga también un equipo de sus profesionales para
atender a nuestro sector.
Se han escuchado a vecinos que ya
perdieron sus motos en el camino y otros que las conservan afortunadamente
están haciendo el trayecto en conjunto y aun así el temor es visible y fácil de
detectar puesto que prefieren esperar a
un carro para unírsele con la finalidad de sentir sus medios de transporte más
protegidos. Otros ya han tomado medidas para guardarlas en Caracas, pero todas
estas situaciones de seguridad individual debiéramos corregirlas con la
coordinación conjunta de las fuerzas de vigilancia que están patrullando y
nosotros. A mí se me ocurre que tal vez pudiésemos contar con un horario de
salida de las unidades de vigilancia desde Turgua como también desde Santa
Lucía y nosotros los que necesitáramos transitar nos pudiéramos plegar en
caravana. Lógicamente no me atrevería a pedir 24 horas de protección,
simplemente unas 3 ó 4 horas en la mañana para poder llegar a nuestros lugares
de trabajo y unas 3 ó 4 en las tardes para el retorno.
Me atrevo a sugerir esto debido a que
considero que la reconstrucción de la vialidad La Mata – Turgua tardará un
tiempo más o menos prologado. Realmente me encantaría estar equivocada por el
bien de todos.
Sólo quiero agregar dos cosas más, la
primera… soy extranjera y llegué hace casi 40 años a este maravilloso país de
los cuales hace casi 20 que vivo en la Zona Protectora y la segunda es que por
amor y responsabilidad para con todos nosotros, me permitiré enviar una copia
de este artículo a las autoridades competentes, espero estén de acuerdo conmigo
y por favor unamos nuestros esfuerzos en aras de un mejor vivir para la
comunidad.
Turgua, 1º de septiembre de 2012
Judith Aurora Roubik
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1 comentario:
Aurora interesante y exacto tu apreciacion delproblema planteado
Felicitaciones,ojala se lleven a cabo tus deseos
Klaus
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