LA IMPORTANCIA DE LA ESPADA DEL LIBERTADOR QUE FUE ROBADA DE LA PLAZA DE EL HATILLO
Nunca supuse que se pudiera decir tanto sobre una espada, y que me disculpen los historiadores y los especialistas en armas, pero es que ver la estatua de Simón Bolívar en plena plaza de El hatillo incompleta me llama a la reflexión.
Se supone que las espadas son instrumentos para la defensa (exceptuando el elegante exhibicionismo deportivo de la esgrima). Al hablar de defensa, lo hago haciendo hincapié en la construcción, porque si debemos destruir para construir y con ello se logran beneficios colectivos y la espada ayuda a lograrlo, debemos enaltecerla.
La justicia en sentido figurado es sinónimo de amor. ¿Cuantas espadas empuñadas por grandes hombres habrán circulado por el paso del tiempo? ¿Cuánto amor hubo comprometido para luchar por la justicia?
Ignorar es sinónimo de desamor respetando el mismo sentido figurado, por lo que debiéramos atacar lo que podemos corregir y devolverle la espada a nuestro Libertador, General Simón Bolívar.
Por lo tanto propongo:
1.-Solicitar un presupuesto por la espada en cuestión.
2.-Entrevistarse con las autoridades de El Hatillo para discutir la situación.
3.- Tratar asunto vigilancia para lo cual en este caso vamos a devolver una espada y verla siempre
en su sitio. Contamos con esta idea gracias al primer aporte: La sugerencia de cámaras de
vigilancia según comentario del 13-08-10 de la Sra. Clara Pulgar a raíz del artículo publicado
por Gustavo. Borquez R. con fecha 13 de Agosto de 2010 en este Blog. Como no todos los
aportes se miden en dinero, la sugerencia antedicha es un gran aporte.
4.- Por este medio y por el de los periódicos de la zona, se podría pedir una colaboración para
lograr este objetivo, teniendo en cuenta que únicamente pudiera ser viable algún sistema que
pudiera ser comprobado, contabilizado y corroborado públicamente. Esta idea nace del
comentario al mismo artículo mencionado en el Nº3 ésta vez por el señor Manuel Marulanda
(no el guerrillero) el 15-08-10.Con lo cual tenemos un segundo aporte.
5.-Pedir financiamiento a las autoridades del Municipio.
6.-Solicitar a las autoridades de El Hatillo que la restituyan.
7.- Cualquier otra idea viable que permita devolverle la espada al Libertador.
No podemos acostumbrarnos a este tipo de fechorías.
Devolvamos la espada, enseñémosle a las nuevas generaciones, que una espada como esa estuvo
brillando en pleno combate para que Venezuela pudiera gozar de su libertad.
Aprovechemos también la oportunidad para recordar que la libertad es lo más preciado que tenemos como seres humanos y que debemos luchar por conservarla para las generaciones futuras como las anteriores lo hicieron para nosotros.
Entonces amigos hatillanos: ¿Por dónde empezamos?
Adolfo Borquez C.
