CASAS RURALES CONSTRUIDAS CON BAMBUE

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VENEZUELA NECESITA DEL BAMBU

El bambú puede secuestrar un 30% más rápido el CO2 de la atmósfera que otras plantas. 

Según cálculos conservadores, en Venezuela existe un déficit de dos y

medio millones de viviendas, lo que significa que cinco millones y medio de venezolanos, viven hacinados o en casa ajena. Para construir todas las muchas viviendas que se necesitan sería prácticamente inevitable  la aparición de dos cosas, una enorme inversión económica o arrasar con los bosques que todavía nos quedan lo cual sería una actitud irresponsable. La otra posibilidad sería  utilizar el bambú, para lo cual deberíamos incrementar a conciencia la siembra de ellos.

El bambú no es un desconocido en el país. Cuando la explosión agraria llego al país, se encontraron que los terrenos donde se extendían determinado tipo de bambusales  no eran aptos para el cultivo y la cría de ganadería. No obstante,  no vacilaron en arrasarlos para sembrarlos o edificarlos. Les resultó difícil, porque los bambusales son difíciles de eliminar. Ni siquiera el fuego acaba con ellos. Una quema puede significar, simplemente, nuevos retoños tan  pronto  hagan aparición  las lluvias.

Todavía quedan enormes extensiones de bambú en muchos lugares y existen comunidades enteras que viven de él, pero con tan escasa tecnología  no les es posible salir de su pobreza. El bambú, con la carencia de información que se tiene, al aplicarlo en construcciones y muebles se ve como señal de pobreza o de exotismo en el mejor de los casos.  Aquí deberíamos destacar que bajo este sistema de construcción, renombrados arquitectos generalmente de países extranjeros, logran diseños de gran categoría. Es necesario cambiar la  mentalidad que mantenemos, porque para Venezuela y para muchos otros países, el bambú puede ser una solución a muchos problemas. Con este criterio, debemos organizar ya cursos para capacitar a artesanos en el manejo y el trabajo del bambú. Creo que el bambú debería ser sembrado masivamente, sobre todo en lugares como en las nacientes de quebradas que corren serio peligro de secarse por culpa de la tala indiscriminada y donde recientemente ya se han secado varios ríos por el caótico manejo de los bosques. no quiero decir con esto que sean estos mismos los ejemplares a utilizar en construcción, ya que la finalidad principal de ellos en este caso específico sería la de estabilizar el terreno en cuestión. La siembra a nivel comercial, aún no explotada en Venezuela, debería ser en terrenos aptos para tal fin. Hay algunas variedades de bambú que atraen la lluvia y enriquecen la capa freática.
En la finca "Bambusal", ubicada en El Parnaso, sus dueños llegaron hace 17 años aproximadamente y su primera labor aparte de construir sus viviendas, fue  dedicar gran parte de sus esfuerzos a la siembra de bambúes, como un medio para contener los continuos deslizamientos del terreno.
Hoy en día poseen una gran extensión de  ellos y por supuesto que han contenido la erosión como se pretendía.
Con el bambú aparte de la construcción de casas se utiliza en muchos países para construir tejas, terrazas, pisos y tiene un puesto importante en la artesanía de dichos países.

Es muy necesario destacar que el aprovechamiento de las cañas de bambú debe ser programado, puesto que sus beneficios, como se dijo anteriormente, para la estabilización de suelos y vías
 es inmensa. Si no basta  con ver los graves daños de la vialidad de Turgua al eliminar grandes áreas aledañas a la vía en forma inconsciente y que hemos sufrido las consecuencias de ello, por lo cual tuvo que ser reparada construyendo muros de contención en varios sectores a un costo excesivo, pudiendo haber utilizado esos recursos para otro tipo de obras de infraestructura.